Pronto el NIP y contraseña podrían ser sustituidos por el reconocimiento de datos biométricos, como la huella dactilar, aseguró Xavier Larduinat, gerente de Innovación de banca y pagos de Gemalto.

Así como en el caso del acceso al teléfono celular, la huella del dedo se convertirá en la norma para pago de servicios y productos, comentó Larduinat.

Se estima que la implementación de datos biométricos facilitará la vida de los usuarios. Bastará la sola huella, en lugar de recordar varias contraseñas.

“Todos hemos tenido problemas en el pasado para recordar contraseñas complicadas cuando intentamos acceder a una cuenta bancaria en línea o cuando hemos olvidado un número de NIP al hacer un pago. Hemos llegado a aceptarlo como una incomodidad necesaria que nos ayuda a mantenernos a salvo, pero ¿la vida no sería mucho más fácil si no tuviéramos que usarlos?”, dijo el gerente de Innovación de banca y pagos de Gemalto.

Otra ventaja de la huella es que se trata de una característica propia del usuario, a diferencia del NIP, el cual puede ser escrito por cualquiera.

“Mientras que ‘lo que soy’, utiliza factores como la biometría para determinar la verdadera identidad del usuario, lo que proporciona una mayor seguridad, ya que no hay una manera fácil de compartir características biométricas con otra persona, son únicas”, según el especialista.

Tras la implementación de esta nueva tecnología, el resguardo de datos por parte de bancos y otras empresas deberá ser a prueba de filtraciones, de lo contrario, habría un serio problema.

“Será imprescindible que todos los datos de los clientes estén almacenados de forma segura, y que los bancos estén pensando en cómo obtener, registrar y almacenar información sobre huellas dactilares”, dijo Larduinat.

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