Un pequeño delfín que se separó de su madre cerca de una playa en Mojácar, Almería en España, fue acosado por los turistas que tomaron fotos de él y lo maltrataron cubriendo su respiradero hasta que finalmente murió.
El animal fue interceptado por multitudes de bañistas para abrazarlo y tomarse selfies.
La asociación de rescate y recuperación de la fauna marina, Equinac, advirtió en su cuenta de Facebook que “los cetáceos (delfines y ballenas) no son peces, son mamíferos y respiran el aire atmosférico, son muy susceptibles al estrés y mueren muy rápidamente”.