Sudáfrica.- Ludi Vink, de 30 años, fue a parar al hospital luego de intentar parar una pelea.
El joven se encontraba tomando un trago con su madre en un bar de Johannesburg, Sudáfrica, ahí fueron testigos de un altercado que se generó en el lugar.
Al ver la intensidad del zafarrancho, Vink decidió poner un alto e interfirió en la pelea para que nadie saliera herido, sin embargo, el que salió más perjudicado de todos fue él mismo.
El joven fue golpeado en el ojo derecho con un taco de billar, lo que lo hizo caer al piso y quedar en un estado de muerte cerebral.
Daniel Jacobs, el presunto responsable de la muerte del joven apareció en la corte después de entregarse a la policía.
Vink ya no tiene esperanzas de vida, seguirá en estado vital para que sus órganos puedan ser donados.