Guadalupe Olivas Valencia, quien tenía 46 años e intentó cruzar a Estados Unidos –y que fue deportado por tercera ocasión de la Unión Americana–, se suicidó al arrojarse de un puente vehicular a las afueras de la garita El Chaparral, en Tijuana.
“La persona con este nombre no tenía identificación y era de Los Mochis”, dio a conocer el delegado del Instituto Nacional de Migración Rodulfo Figueroa Pacheco.
Poco se sabe de su familia, pero este tipo de casos empiezan a preocupar a las autoridades locales y apuntan la necesidad de que los migrantes tengan atención psicológica cuando sean deportados a nuestro país.
Foto: Primer Impacto